Los tambos de metal pueden ser una herramienta muy versátil para el hogar, aprovecha todos sus usos de la mejor forma y ahorra espacio.
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Los tambos de metal pueden ser una herramienta muy versátil para el hogar, aprovecha todos sus usos de la mejor forma y ahorra espacio.
Un tambo de metal nuevo o en perfecto estado son excelentes para usar en cualquier tipo de espacio, incluyendo la casa. Y no hablamos de como reciclarlos cuándo ya están en lo último de su vida útil, también hablamos de usar tambos para solucionar problemas del día a día. Aquí te mostramos como puedes usar un tambo de metal 200 litros en soluciones funcionales y prácticas para tu casa.
Aunque tu tambo de metal esté en perfecto estado, siempre es buena idea limpiarlo bien antes de usarlo, ya sea que almacenaba agua o similares. Si está en buenas condiciones el tambo, una limpieza simple con agua y jabón es ideal, al hacerlo es necesario que todo quede vacío y completamente seco al final. A menos que necesites cortarlo, lija todos los bordes, o si necesitas decorarlo elige pintura adecuada que se adhiera al metal sin que llegue a oxidarlo.
Un tambo de metal es perfecto para guardar cosas que necesitas tener en la cochera o en espacios que estén al exterior, pero requieran estar protegidas del clima. Los tambos con tapa son mejores para evitar que el agua o los animales puedan dañar su interior y pueden usarse para guardar herramientas de jardinería, mangueras, balones deportivos, herramientas para el auto, por decir algunos.
Si generas muchos residuos en pocos días, es posible usar un tambo de metal como un bote de basura grande o para separar ciertos residuos. Si necesitas tener la basura fuera, un tambo con tapa ayuda que no se generen moscas ni otros insectos, además de que pueden controlar los malos olores. Puedes colocar etiquetas para distinguir que tiene cada uno, solo no agregues en ellos comida, especialmente si vives en una zona donde hay mucho calor.
Si vives en zona donde hay sequías o quieres aprovechar el agua de lluvia, los tambos de 200 litros son adecuados para almacenar grandes cantidades de agua y se pueden adaptar para un sistema de captación pluvial. El tambo de metal debe estar cerrado para que no entre cualquier cosa, pero haz una perforación a un lado para conectarlo con una baja del canalón del techo.
Coloca una malla fina arriba, para que el agua que se filtre no lleve hojas o insectos. También pueden conectarse con una llave o grifo en la parte inferior para sacar el agua fácilmente con una manguera o cubeta.
Un tambo de metal puede ser la base para construir una parrilla rústica o una fogata, si cuentas con el espacio los tambos pueden adaptarse. Córtalos a la mitad por lo largo, con los bordes bien lijados para evitar accidentes y pon una rejilla de metal encima para asar y poder disfrutar de una parrillada casera. Para que funcione bien, es importante que los tambos no se hayan usado para guardar sustancias inflamables ni tóxicas.
Para los hogares que tienen niños pequeños o que practican deportes, los tambos grandes son ideales para guardar juguetes o equipos deportivos. Pueden ser forrados de tela por dentro para proteger su contenido y sirven para guardar pelotas, raquetas, juguetes grandes o voluminosos.
Un tambo de 200 litros es una pieza duradera que puede ofrecerte muchos usos útiles y prácticos para el hogar. Descubre más opciones de tambos en nuestro catálogo, por capacidad o materiales y mejora tu organización.